La estigmatización se debe a malentendidos, estereotipos y miedo. Una de las principales razones es la idea errónea de que las enfermedades mentales se deben a la debilidad o al fracaso personal. Además, los medios de comunicación y otras fuentes han estereotipado a las personas que padecen enfermedades mentales como violentas, con comportamientos erráticos e incapaces de cuidar de sí mismas. Se han utilizado términos negativos como “loco” y “desquiciado” para describir a las personas que padecen enfermedades mentales, y a menudo se define a las personas con enfermedades mentales únicamente por su enfermedad mental, como si fuera su identidad.

Las comunidades BIPOC pueden verse especialmente perjudicadas por la estigmatización de la salud mental. Al tener que enfrentarse al racismo y a otras adversidades, los miembros de esta comunidad a menudo sienten que deben ser “fuertes”, y padecer una enfermedad mental puede ser visto como algo débil. Muchas comunidades BIPOC tienen valores colectivistas (están más orientadas al grupo/comunidad) y alguien con una enfermedad mental puede ser visto como diferente de los demás en el grupo. Las personas BIPOC a menudo se enfrentan a barreras que les impiden acceder a una atención y un apoyo adecuados en materia de salud mental. La estigmatización y las barreras juntas pueden hacer que sea menos probable obtener ayuda, lo que lleva a que la salud mental no se trate y empeore.

Para comprender mejor la estigmatización, incluyendo por qué se produce, la discriminación y la autoestigmatización, puedes consultar los siguientes recursos.